Inconfundible con su estilo, inconfundible con su voz, inconfundible con su personalidad. No hay ninguna duda, hablamos de Raphael. Una leyenda que hoy, más de 60 años después sigue siendo simplemente Raphael, el inconfundible e incombustible Raphael.
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Son momentos para el recuerdo y la nostalgia lo que nos suele acercar este periodo invernal bajo el amparo navideño. Recuerdos de tiempos pasados, de deseos futuros, y de necesidad de saber que aún tienes mucho amor y cariño por recibir y regalar. Raphael sin duda nos hace llegar esas sensaciones a través de "La Canción del Tamborilero". Se trata de la versión de una las canciones populares navideñas más famosas -El Pequeño Tamborilero- y todo un clásico en la voz de uno de los cantantes españoles con más solera.
Paz, amor e inocencia para este mundo es lo que deseo y comparto con todos vosotros por mediación de este villancico, con mis mejores deseos para este 2012.
El camino que lleva a Belén baja hasta el valle que la nieve cubrió. Los pastorcillos quieren ver a su Rey. Le traen regalos en su viejo zurrón, ropopopóm, ropopopóm. Ha nacido en el portal de Belén el Niño Dios
Yo quisiera poner a tus pies algún presente que te agrade, Señor. Mas Tú ya sabes que soy pobre también, y no poseo más que un viejo tambor, ropopopóm, ropopopóm. En Tu honor, frente al portal tocaré con mi tambor.
El camino que lleva a Belén lo voy marcando con mi viejo tambor: nada mejor hay que te pueda ofrecer, su ronco acento es un canto de amor, ropopopóm, ropopopóm. Cuando Dios me vio tocando ante Él, me sonrió.