Fieles a su identidad desde sus inicios, el grupo Los Secretos, nos han regalado numerosas canciones llenas de alma y vida. Los hermanos Urquijos han sabido dar ese toque de tristeza y melancolía sincera en las canciones que lo necesitaban. Fue en 1991 -en su álbum Adiós Tristeza- cuando canciones tan bellas como "Ojos de Gata" o esta que os dejo "Y No Amanece" impactaron con fuerza en mi interior. La desaparición en 1999 de Enrique no cortó las alas al grupo, que se repuso a su pérdida continuando en la actualidad ofreciéndonos su música.
El sol de medianoche entró por la ventana
y con la luz de un coche se iluminó tu cara.
La lluvia que mojaba tus calles tan lloradas;
quisiera que limpiara también tu alma.
Y no amanece.
Y no amanece.
Y no amanece.
La luz del sol gritaba tu nombre tan lejana,
tus párpados trataban de no oír la llamada.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.
El ruido de la calle también te recordaba,
pero al coger tu mano no despertabas.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.
Y no amanece.
Y no amanece.
Y no amanece.
y con la luz de un coche se iluminó tu cara.
La lluvia que mojaba tus calles tan lloradas;
quisiera que limpiara también tu alma.
Y no amanece.
Y no amanece.
Y no amanece.
La luz del sol gritaba tu nombre tan lejana,
tus párpados trataban de no oír la llamada.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.
El ruido de la calle también te recordaba,
pero al coger tu mano no despertabas.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.
Y no amanece.
Y no amanece.
Y no amanece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario